lunes

Y crecieron y crecieron

 Nos encanta Stephen Mackey. Sus figuras aparecen tan delicadamente resueltas, son tan dulces los contornos y tierna su forma de dar color, que sus personajes (monísimos, por otra parte) aparecen ante el lector con un volumen que llama al tacto como una mantita en pleno invierno.

En Miki y las flores de la luna encontramos un lugar inhóspito y frío que es invadido por la magia y la belleza. Miki y sus amigos (¿recordáis que ya os hablé de Pingüino y del bonachón Oso Polar?) se darán de bruces con una sorpresa: la semilla que usaron como sostén de su tendedero dará lugar a una enoooooorme y preciosa planta. Lo que aloja en sus gigantescas ramas tendréis que descubrirlo en esta nueva entrega de las aventuras de Miki. Yo sólo os voy a adelantar que abráis mucho los ojos porque todo parecerá increíble.

Nos gusta buscar detalles en las ilustraciones de Mackey. A Guisantito le divierte encontrar a un oso portando un patinete y a un pingüino con gorro de lana rosa. Cada detalle se convierte en arte en las páginas de este libro publicado por Beascoa.

Sin duda seguiremos el trabajo de este autor quien hemos descubierto que además es profesor de Composición musical en la Universidad de Princeton; ¡es todo un artista!


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Miki y las flores de la luna
Stephen Mackey
Lumen, 2010

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